Que la lluvia es un bien indispensable para muchas cosas, es algo en lo que, casi la totalidad de la población, coincidimos. Sin embargo, a veces, no llueve a gusto de todos y el agua de lluvia para una piscina afectará de manera negativa.

A continuación, te damos unos consejos sobre lo que deberías saber para mantener limpia la piscina con agua de lluvia tras los efectos del temporal.

Como afecta el agua de lluvia a la piscina

El aire, la nevada, el hielo, el granizo y la lluvia afectan de manera negativa a la piscina. Esto provoca que el agua de la piscina se ponga turbia tras unas fuertes lluvias así como se llene de suciedad, polvo y hojas secas.

Como ya sabemos, la lluvia fomenta la aparición de algas, que generan un tono verde al agua de la piscina y algunas de las preguntas que rondan por tu cabeza es cómo se quita el agua verde en la piscina después de un día de lluvia.

Además, cuando este agua entra en contacto con el agua de la piscina, el pH y el cloro de la misma se alteran, lo que ayuda a que aparezcan hongos y bacterias que atacarán nuestra piscina.

¡Todo un desastre!

El agua de lluvia estropea el agua de la piscina

Como ya hemos explicado, el agua de lluvia estropea el agua de la piscina y a través del aire, las esporas de las algas se suelen depositar en ellas y transforman el agua en un color verdoso y turbio. Conforme más esporas se acumulan en la piscina se pueden llegar a formar líquenes y moho, lo que a su vez hará que las paredes resulten resbaladizas.

No debemos olvidar tampoco que la lluvia puede hacer que el nivel de pH en la piscina se desajuste. Si la alcalinidad de agua se encuentra dentro de los valores apropiados, entonces el pH no se desajustará de forma significativa por lo que dependerá de ello y comprobaremos si el agua de lluvia mejora el ph.

¡Unas cuantas gotas no modificarán el agua de la piscina siempre y cuando también llevemos de forma adecuada el mantenimiento de rutina!

Como limpiar el agua de piscina después de una lluvia

Después de la lluvia, es muy importante que:

  1. Bajemos el nivel del agua.
  2. Apartemos la suciedad de la superficie y de las bocas de succión.
  3. Desinfectemos el fondo y las paredes de la piscina.
  4. Estabilicemos los valores de transparencia del agua.
  5. Añadamos algún alguicida.
  6. Pongamos la bomba en marcha.

Aunque la variabilidad en la química y apariencia del agua dependerán en gran medida de la intensidad de la lluvia, llegados hasta aquí y antes de que la lluvia nos sorprenda, se recomienda cubrir la piscina, pues, además, de conservar mejor su limpieza, nos ahorrará un fuerte dolor de cabeza.

Esto nos librará de mucho trabajo ya que, entre muchas consecuencias, el agua de la piscina se puede poner turbia por la lluvia y no tendremos que preguntarnos, en tal caso, cómo quitar el agua verde de la piscina después de un día de lluvia.